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ALLAN POE Y LOS COMETAS (PARTE 4)
Seguimos
con este hermoso relato cometario. Justo cuando la gente había sido convencida
por los científicos de que no había nada que temer, el cometa se transforma en
una presencia ominosa en el cielo:
“Los daños menores que
pudieran resultar del contacto con el cometa eran tema de minuciosas
discusiones. Los entendidos hablaban de ligeras perturbaciones geológicas, de
probables alteraciones del clima y, por consiguiente, de la vegetación,
aludiendo también a posibles influencias magnéticas y eléctricas. Muchos
sostenían que los efectos no serían visibles ni apreciables. Y mientras las
discusiones proseguían, su objeto se aproximaba gradualmente, aumentaba su
diámetro y más brillante se volvía su color. La humanidad palidecía al verlo
acercarse. Todas las actividades humanas estaban suspendidas.
La evolución de los
sentimientos generales llegó a su culminación cuando el cometa hubo alcanzado
por fin un tamaño que sobrepasaba toda aparición anterior. Desechando las
últimas esperanzas de que los astrónomos se hubieran equivocado, los hombres
sintieron la certidumbre del mal. Todo lo quimérico de sus terrores había
desaparecido. El corazón de los más valientes de nuestra raza latía
precipitadamente en su pecho. Y sin embargo bastaron pocos días para que aun
esos sentimientos se fundieran en otros todavía más insoportables. Ya no
podíamos aplicar a aquel extraño astro ninguna idea ordinaria. Sus
atributos históricos habían desaparecido. Nos oprimía con
una emoción espantosamente nueva. No lo veíamos como un
fenómeno astronómico de los cielos, sino como un íncubo sobre nuestros
corazones y una sombra sobre nuestros cerebros. Con inconcebible rapidez había
tomado la apariencia de un gigantesco manto de llamas muy tenues extendido de
un horizonte al otro”
La
traducción es la de Julio Cortazar y el cuento entero se puede leer aquí:
http://cometasentrerios.blogspot.com/2014/02/el-fin-del-mundo-por-un-cometa.html
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