El 18 de febrero
de este año el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la NASA descubrió un nuevo cometa
“rasante” (es el número 2875 descubierto por SOHO), el C/2015 D1 SOHO. Los cometas
rasantes son aquellos que tienen un perihelio muy cercano al Sol, de manera que
en su inmensa mayoría terminan desintegrados y son poquísimos lo que sobreviven
para gozar de nuevos perihelios, la mayor parte en varios fragmentos. Casi
todos los cometas rasantes pertenecen a la llamada “Familia de Kreutz” y no son
otra cosa que el fruto de sucesivas fragmentaciones de un cometa gigantesco (el
C/2015 D1 no es, sin embargo, un Kreutz).
Los cometas
rasantes suelen ser los que dan grandes espectáculos en el cielo, debido no
solamente a la luz del Sol reflejada por el núcleo (tan cercano al Sol) sino
por las grandes cantidades de gases liberados, que también reflejan mucha luz
solar. Hasta hace poco esos cometas espectaculares eran los únicos cometas
rasantes que podíamos observar. Pero a partir de 1981 descubrimos que los
cometas rasantes son una multitud (hoy se estima que son 1/3 de todos los
cometas) y que la mayoría van a hundirse en el Sol sin que lo sepamos siquiera.
En ese año comenzaron las observaciones de satélites equipados con un coronógrafo.
El primer fue el Solwind, le siguieron SMM y en 1995 SOHO. Los coronógrafos nos
permiten observar a los cometas rasantes llegando muy cerca al Sol. El coronógrafo usa un disco opaco para
bloquear el Sol, permitiendo a los astrónomos el estudio de la corona solar y
del espacio adyacente al Sol.
Así se veía el C/2015 D1 SOHO cuando se
descubrió:
NASA/ESA
Un cometa como el C/2015 D1 probablemente no debería haber sobrevivido a su
encuentro cercano con el Sol hace dos semanas. El C/2015 D1 (SOHO) fue
descubierto el 18 de febrero por el
aficionado tailandés Worachate Boonplod en las imágenes de SOHO y
afrontó su perihelio el día siguiente. Las fragmentaciones o, más usualmente,
las desintegraciones se producen generalmente antes del perihelio. Y todos
recordarán las idas y venidas con la desintegración del cometa ISON, que al
final resultó que se había desintegrado y lo que se vio después del perihelio
fueron los restos de la desintegración con la forma de una nube de polvo.
Increíblemente, el cometa sobrevivió al
perihelio y salió intacto del campo del coronógrafo del SOHO pero no por mucho
tiempo. Todavía invisible desde la
Tierra por el resplandor del Sol, el núcleo colapsó en
secreto y se vaporizó en miles de millones de partículas de polvo. Ese polvo soplado
por el viento solar y reflejando la luz solar fue fotografiado como si fuera
una aparición fantasmal del cometa recientemente desintegrado. Ambas fotografías
pertenecen al día 27 de febrero, así se lo veía en el cielo:
Jost Jahn
Michael Jaeger
Fuente: www.skyandtelescope.com/observing/how-to-catch-a-ghost-comet-that-is03042015/
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