Encontré
varias consideraciones muy interesantes sobre la astronomía amateur en la
narración de Dan Machholz del descubrimiento del 96P, que resumí en la entrada
anterior. Dice Dan que seguramente no había más de una docena de observadores
barriendo el cielo en busca de cometas, ya que requiere mucho tiempo y
disciplina (¿cuántos hay hoy?). Ya había pasado diez años observando y luego fotografiando
la Luna, planetas y objetos de cielo profundo, ahora necesitaba un programa de
observación que lo alentara y desafiara a pasar horas mirando por un
telescopio. Las alternativas que se le presentaron fueron asteroides, estrellas
variables y búsqueda de cometas, y cómo había muy pocos norteamericanos cazando
cometas, se decidió por los cometas. Empezó el 1 de enero de 1975. Había leído
que se necesitaban 300 horas promedio para descubrir un cometa, y pensaba que
300 horas de telescopio eran suficiente recompensa, aunque no descubriera nada.
Al final necesitó 1700 horas para descubrir su primer cometa el 12 de
septiembre de 1978 (C/1978 R3).
¿No
es increíble? Yo opino lo mismo y envidio lo que hizo Machholz, mirar el cielo
con un telescopio es hermoso, aunque no tenga otra recompensa. Caminando y
pensando sobre esto, me vino a la cabeza la idea que sigue. La astronomía
amateur a través de asociaciones hoy está en plena decadencia, nadie que no
tenga telescopio hace astronomía, cuando lo podría hacer en una asociación. La vieja
astronomía amateur, en la que se disfrutaba colaborando entre amigos, ha sido
reemplazada por los astrónomos aislados que se reúnen virtualmente en redes
sociales. Y en las redes sociales priman las imágenes, quién no hace
astrofotografía no puede estar presente en las redes sociales, y el éxito se
mide en likes asegurados por imágenes bellas. ¿Dónde queda la astronomía que no
se refleje en una excelente imagen, que no es la más apte para la astronomía?
No es de extrañar que seamos pocos los que disfrutamos mirando el cielo con un
telescopio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario